Las segundas residencias suelen estar destinadas al ocio y estar ubicadas lejos de las ciudades: en pueblos, campos, montañas o playas. Por ello, lo más importante es que cuando llegan los días de vacaciones o fines de semana no tengamos que preocuparnos de nada y poder disfrutar con de nuestra familia paseando por la playa o en la montaña junto a una chimenea.
Es importante que las segundas viviendas tengan un mantenimiento periódico, ya que normalmente no están habitadas y cuando se detectan los problemas son más graves. ¿Por qué arriesgarlo todo por un descuido? Desde áQtitud, gabinete pericial en Sevilla, te contamos algunos consejos para el correcto mantenimiento de tu segunda residencia.
Consejos para cuidar de tu segunda residencia
Por la situación actual, lo más seguro es que desde hace meses no hayas podido acudir a tu segunda residencia, y cuando te marches no sepas cuándo será la próxima vez que puedas visitarla. De ahí, la importancia de seguir estos consejos para mantenerla cuidada, y cuando vuelvas la próxima vez sólo dediques tiempo a disfrutar.
1 – Asegúrate de que cierras todas las puertas y ventanas de forma adecuada. De esta manera, estarás seguro de que no dejas ninguna posibilidad a que algún ladrón pueda entrar en tu casa o al menos aminorar el riesgo.
Las segundas residencias que están en zonas costeras o aisladas son muy tentadoras para los ladrones, ya que es fácilmente detectable saber si la vivienda está habitada.
Además, no debemos olvidar la grave problemática actual con la ocupación de segundas residencias. Por ello, si tenemos la posibilidad, es aconsejable instalar una alarma con videovigilancia para estar más seguros y evitar este tipo de situaciones, si no puedes permitirte pagar una alarma con alguna empresa de seguridad, existen medios en el mercado muy baratos con webcam que nos permiten desde nuestro propio móvil, revisar con asiduidad la vivienda.
Aunque no suele ser habitual en este tipo de residencias, no dejes nada de valor, ya sea material o sentimental, ya que si algo ocurre la pérdida será lo menor posible.
2 – Deja todo los equipos eléctricos/electrónicos que disponga la vivienda desenchufados (no solo apagados), para evitar posibles subidas o picos de tensión exteriores. Estas son más habituales en zonas despobladas o rurales, al presentar una red eléctrica con menos mantenimiento por parte de las empresas suministradoras.
Dentro de lo posible, desconecta los diferentes interruptores del cuadro eléctrico de la vivienda, así podrás evitar cualquier daño. Pero cuidado, revisa que no haya nada dentro de frigoríficos y congelador para no encontrar una sorpresa desagradable a la vuelta.
Deja abiertas las puertas de los electrodomésticos que tienen presencia de humedad (lavadora, lavavajillas, frigorífico, etc.), así evitarás formación de condensación en el interior de estos y malos olores.
3 – Cierra la llave del gas (o desconecta la bombona) y la llave general del agua de la vivienda. Además, una vez cortada, abre los grifos o tira de la cisterna y asegúrate que no queda agua dentro del circuito, y si algún grifo queda abierto no pasaría nada.
4 – Por último, y no menos importante, en viviendas unifamiliares, al menos una vez al año (sobre todo a finales de verano antes de que lleguen las lluvias), revisa los canalones y gárgolas de tejados y azoteas, para que estén libres de hojas o residuos, comprobando que expulsan agua correctamente. Así evitarás que en las primeras lluvias se produzcan atascos y el agua acabe entrando en la casa, además de dejar recogidos los toldos y pérgolas, para evitar daños por viento.
Todas estas recomendaciones son importantes para conseguir que, cuando podamos disfrutar de nuestras familias, no tengamos que estar preocupados por otros problemas. Igualmente, siempre pueden ocurrir inconvenientes, por ello, si se ha producido algún siniestro en tu segunda residencia debido a algunas de las situaciones mencionadas anteriormente, te recomendamos que contactes con áQtitud, Gabinete Pericial en Sevilla.
Nuestro equipo de expertos peritos te explicará el procedimiento a seguir y harán un exhaustivo estudio de los daños con su correspondiente tasación para posteriormente dar parte a la compañía aseguradora o reclamar a un tercero.